¿POR QUÉ HAY ELECCIONES?
Como en otras universidades públicas, la UNC tiene un sistema de co-gobierno del que participan todos los claustros: estudiantes, docentes, graduados y no docentes. Este sistema de gobierno permite que las decisiones más importantes sean tomadas por todos los miembros de la comunidad universitaria, a través de sus representantes. Fueron los estudiantes quienes durante la Reforma Universitaria de 1918 se movilizaron por la construcción de una universidad abierta y democrática, y conquistaron el derecho a la participación.
¿EN QUÉ INFLUYEN LAS DECISIONES DE LOS ÓRGANOS DE CO-GOBIERNO A TU VIDA COMO ESTUDIANTE?
Tanto en el Consejo Superior de la Universidad, como en el Consejo Directivo de cada una de las 15 Facultades, se toman decisiones trascendentales para la vida cotidiana de quienes estudiamos y trabajamos en la UNC, tales como: aprobar y reformar planes de estudio.
¿CUÁLES SON LOS REQUISITOS PARA PODER VOTAR?
Para poder votar es necesario que estés incluido en el padrón electoral.
Tenés que haberte matriculado este año y haber rendido (aprobado o desaprobado) una asignatura.
LA EMISIÓN DEL VOTO ES OBLIGATORIA y la inasistencia solo se exime con causales válidas.
¿QUÉ SE VOTA?
Se eligen representantes estudiantiles para todos los órganos de co-gobierno: consiliarios para el Consejo Superior, consejeros para el Consejo Directivo de cada una de las Facultades. También se eligen repesentantes para el Centro de Estudiantes.
Los centros de estudiantes
Los centros de estudiantes funcionan de manera muy autónoma, según la facultad o escuela y según la propuesta de la agrupación estudiantil que lo conduce. Nacieron a partir de una necesidad de los estudiantes de organizarse colectivamente para expresarse políticamente dentro y fuera de la Universidad, defender sus derechos y manifestar una mirada estudiantil sobre distintos temas (desde distribución del presupuesto hasta planes de estudio).
Por eso cuando existen conflictos con docentes o instancias administrativas, es el Centro de Estudiantes la herramienta ideal para establecer diálogos que apunten a una resolución. Son quienes pueden, por ejemplo, sentarse a hablar con una cátedra con la legitimidad que le da ser el centro de todos los estudiantes, y evitando que se expongan personas individuales que puedan verse perjudicadas el resto del cursado o en la instancia de examen. A este rol suelen cumplirlo también consejeros o delegados de curso.